Como madre sotera que vivia en un pueblito perdido en la cordillera patagonica, y despues de desempeñarme como policia de mi provincia (ambito netamente dominado por hombres), asi como asi, despues de vencer muchisimos prejuicios propios y ajenos acerca de mi decision, comence a perseguir el sueño que acaricie desde niña: ir a la universidad. Hoy, despues de 5 años ya y con una carrera incipiente, puedo ver como una desicion, un capricho (dijeron muchos), algo para lo cual ya habia pasado mi tiempo (dijeron otros), un desafio para el cual no me daba la cabeza (estos fueron los menos), cambio la vida de tantas otras mujeres y niñas que vieron en mi la posibilidad de la plenitud del desarrollo personal a traves del estudio.
En pocas palabras, mi mensaje es, no dejemos que nos sometan a la idea de que es suficiente para la vida de cualquier mujer lo que yo tenia: un empleo de moderado salario, una hija, una vivienda, una pareja… Fue incomprensible para muchos, y aun lo es… Pero a pesar de cansancio, mi presente y mi futuro nunca fue mas brillante y prometedor… eso sin contar que mi hija adolescente hoy ve su futuro con mas amplitud que el mio (me lena de orgullo).
Tal vez lo mio fue una revolucion pequeña, sin nada extraordinario… pero es una semilla que se esparce en la vida de otras mujeres y mujercitas, y seguira abriendo caminos en muchas generaciones.
Mil gracias… Paz